Elio Revé Padre

El Charangón de Revé, 50 años

"Aprendí a tocar el bongó, el guiro y la marímbula, cuando aquello había que conocer todos los instrumentos de la percusión. Llegué a tocar en la conga de Los Hoyos, donde cualquiera no toca, ni aunque hayas pasado por un conservatorio".

El Charangón de Elio Revé Matos celebró recientemente, con una gira nacional, el aniversario 50 de su estreno en 1956. Revé nació el 23 de junio de 1930 en Guantánamo, en la Loma del Chivo, una zona folklórica, de influencias haitianas, de música changuisera, de sones y de mucha diversión popular.

En esa tierra nació Elio, en una familia de campesinos muy pobres. Para animar la vida tocaba en los bembé, las rumbas, aprendía a sonar la caja y el llamador del bembé haitiano, no había más nada que hacer, en aquella vida tan humilde...

La historia de Revé, antes de llegarse a profesionalizar fue una verdadera angustia; para dar un salto en el tiempo, recuerdo que el changuisero, en su propia residencia del barrio de Santo Suárez, me contó que en 1949 ya estaba trabajando en la orquesta Típica Armonía. En 1955 comienza a tocar con el conjunto Nueva América, de Pao Domini. También lo aceptan en la orquesta Almendra de Abelardito Valdés con la cantante Dominica Verges y en la orquesta Silver Stars de Cloduardo Miranda.

Es en 1956 cuando logra fundar su propia orquesta en el cabaret Alloy: Revé y su Ritmo Changuí, "es la primera vez que se nombra el ritmo changuí en una orquesta profesional", aseguraba Revé.
No es posible contar toda la historia de las orquestas que organizó Revé: La 440, y otra de la que surgió La Ritmo Oriental. En 1967 -hace 40 años- el ensemble de Juan Formell con Revé, provoca la explosión del Changuí-Shake, que estremeció las pistas de baile, frente a frente con el Mozambique de Pello el Afrokán y la explosión de los cuartetos: Los Zafiros, Los Meme.

Es en esta etapa cuando Revé, junto a Formell, comienza a revolucionar el formato de charanga: bajo electrónico, campana gorda, organeta. Después introduce los trombones.
Después vino otra eclosión en 1984 con el pianista y orquestador Juan Carlos Alfonso que causó la "Explosión del Charangón". El proyecto comenzó en 1980, pero es en 1984 cuando Revé, inspirado, quizás, en la visita de Oscar D´León, echa mano a voces juveniles y con la nasalidad sonera (voces atipladas), al estilo de Caíto y Carusito. Incorpora las voces de Valentín Larrondo, Alfonsito y el Padrino. Fue el preludio del Boom de la salsa cubana de 1989, en el que también paryticipan Dan Den y NG La Banda.

Revè crea un sello, un estilo, una fórmula para bailar, cuando fallece, a causa de un accidente de tránsito, ya tenía concebido su relevo en su propio hijo Elito quien había estudiado piano. Elito siguiò manteniendo el concepto musical de su padre.

Qué aporta ciertamente revé a la música bailable y la timba?
Juan Carlos Alfonso -su pianista y orquestador me explica que "Revé tenía como concepto algo aprendido desde su juventud: La música tiene que entrar en clave, no puede haber interrupción. La instrumentación debía ser fuerte (macho), con su golpe rumbeao. El toque de su paila, con toda la sencillez, era un código que toda la orquesta debía seguir, sobre la base de ese estilo. El piano y el guiro tienen un protagonismo esencial. De esa mecánica comieron todos los que tocaron con él, y todavía hay mucha gente comiendo de ese concepto. Los que trabajaron con Revé: Chucho Valdés, Manolito Coipel, Vicente Rojas, Germán Velazco, César Pedroso, Lele, El Yulo, Formell y yo, aceptamos esa regla. Revé dominaba la percusión, no sabía hacer otra cosa y había que entrar por ahí, siempre fue el mismo ritmo, con una técnica empírica, sencilla, pero le funcionó. Los nuevos talentos revolucionaron esa sonoridad, pero Revé sabía lo que quería; dicen que el diablo sabe por viejo".

"Revé sabía echar el negocio pa´lante -adiciona Formell-, el era luchador con su orquesta y siempre tenía trabajo y hacía mover al bailador que eso es lo importante".
El primer baterista de Los Van Van, Blas Egues (hermano de Richard Egues) antes de fallecer, me explicó la técnica de Revé en la paila: "Logró un timbre identificativo con el toque de "abanico", de redoble de cinco notas, hand to hand (mano a mano). El otro toque de siete notas (chorreao), como el de la orquesta Aragón, hay que estudiarlo y dominarlo muy bien, para poder articularlo correctamente".
Personalmente viajé con el Charangón de Revé, en 1988, por todo el país, en medio de la explosión del Charangón, me sorprendía el tren, el motor rítmico, aplicado a las voces, la base percutiva y los metales; todo eso conformado por Juan Carlos Alfonso.

Las composiciones de Revé tuvieron mucho que ver en el triunfo de sus orquestas, algunos de esos temas más conocidos: Lo trajo Revé, Se va pal monte, Juaniquica, Ritmo changuí, Yateras, Pulmerón, Samá, El changuí está en la calle, Rumbantela pa´bailar, Changuí campanero, Qué cuento es ese, Papá Elegguá, Changuí original, Mi salsa tiene sandunga. Esta última fue tema del programa televisivo "Mi salsa", que fue como un himno salsero en pleno Boom de la salsa cubana de 1997.
Revé dormía en la guagua (ómnibus) hasta las 5 de la madrugada, hora en que empezaba el amanezco (amanecer tocando), influencia de los areítos en las fiestas indígenas. Era asombroso el tren de trabajo de Revé, metido en la empresa musical, visitando las emisoras de radio, atendiendo a la prensa, ensayando, tocando, viajando. No cabe dudas que a la hora de hacer la historia de las escuelas de música popular, hay que contar con Elio Revé, con su charangón y su fundamento musical.

(Tomado del libro de Rafael Lam "Los Reyes de la salsa cubana")



Elio Revé y su Charangón
Viernes 10. Agosto
Cubanito Zürich




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