Manolito Simonet celebra sus 20 años

El Trabuco de Manolito Simonet, una de las bandas más cercanas a la identidad cultural cubana, sigue celebrando su cumpleaños 20. Están cumpliendo una serie de presentaciones en concierto, grabaciones de discos y giras.

La última presentación fue en el Club de Jazz La Zorra y el Cuervo, en La Rampa, en la famosa calle 23, en El Vedado, a finales de agosto, en el programa A buena hora, dirigido por Manolo Luis y con la animación de Yadira Otero. En el programa – que se emite por internet - Manolito hizo valiosas revelaciones de su concepto musical y de sus planes futuros. También presentó su nuevo cantante habanero Joaquín García, procedente del grupo Chispa y Los Cómplices. Y se mantiene como voz líder Ricardo Amaray.

En todos estos meses anteriores, se unieron al guitarrista del grupo de Sting Dominic Miller, grabaron un disco instrumental, en salsa cubana, con bandas sonoras de famosas películas. Hicieron sendos discos con las firmas EGREM y Bus Music de ARTEX y con el cantante Amaury Gutiérrez grabaron la canción "Yo no sé mañana".

Anteriormente lograron hacer un trabajo musical apoyados por Eugenio George. También nos enteramos que el salsero Luis Enríquez quiere realizar un trabajo conjunto con Simonet en EE.UU.

El pianista del Trabuco no es jazzista, pero ama el jazz, “hace un tiempo grabamos un disco de latin-jazz (a lo cubano) con la participación de Chucho Valdés, Maraca, Germán Velazco y Alfred Thompson”.
15 discos ha grabado Manolito, ellos han servido de termómetro para saber hacia dónde dirigir los cañonazos musicales. Siempre puse los pies en la tierra, y es la mejor manera es estar en sintonía directa con el público”.

En la descarga del sábado Manolito invitó a su compañero de batalla, Lazarito Valdés (Bamboleo), “Comenzamos juntos en esta gloriosa década de 1990, juntos nos fuimos desarrollando, con estilos diferentes, pero con muchas cosas en común”.

En la parte final de la entrevista a Manolito en La Zorra y el Cuervo, el músico manifestó que, siempre dirigió su música hacia lo tradicional bailable. “Había mucha competencia, el mambo estaba difícil. No me interesaba mezclarme con la salsa o la timba una moda que lo dominaba todo: De todas maneras la salsa y la timba me iba a entrar por los pies, lo quisiera o no. Lo cierto es que, en 1999 encontramos el camino con el disco "Marcando la distancia" que nos abrió el mercado”.

Después de 1999 El Trabuco recibió muchos premios, en España tuvo cinco nominaciones, ganaron en la Feria Cubadisco, alcanzaron el Premio ASCA en Nueva York en la categoría de Mejor Composición. En América Latina encontró nuevos mercados. “Nuestro lema siempre fue la disciplina, la perseverancia, eso nos llevó al éxito por el que todavía andamos”.

El gran finale en la descarga del sábado fue con un popurrí a lo Simonet: “En La Habana hay una pila de locos, La cuenta no da”.