NG La banda
image by: Roberto Suárez

NG en Santiago de Cuba, en los inicios del boom de la salsa

Acabo de visitar Santiago de Cuba, en el 48 Festival Internacional de la Trova Pepe Sánchez, casualmente me hospedan en el Barrio Técnico, en el Motel Bahía, una especie de casitas frente a la Bahía. La importancia histórica de este Motel consiste en que allí se hospedaron el martes 3 de septiembre de 1991, los integrantes de la Orquesta NG La Banda, los músicos que abrieron el camino del Boom de la Salsa.

La visita de NG La Banda fue en 1991, en el justo momento en que comenzó el Periodo Especial, como se le llamó al momento que afrontó Cuba en los días de la caída del campo socialista de los países del Este.

NG comenzaba desde Santiago de Cuba la primera gira que realizara, después del gran Boom iniciado en noviembre de 1989 en la Gira por los Barrios de La Habana, en que impusieron un nuevo timbre, concepto, estilo y sonido, vale decir, la primera gran revolución musical desde el bombazo atómico de Pérez Prado con su mambo hace unas seis décadas.

Recuerdo que a su llegada a Santiago, el director de NG, el genio José Luis Cortés (el nuevo Arsenio Rodríguez), declaró a la prensa que su gran deseo consistía en entrar por todas las provincias de Cuba en una rastra llena de bafles de audio, para ofrecer conciertos multitudinarios a los bailadores. Sus deseos fueron cumplidos, no sólo con NG La Banda, sino con todas las nuevas bandas que siguieron a las ideas de José Luis Cortés, Isaac Delgado, Paulo FG, Manolín, incluyéndose los ya establecidos, Revé, Adalberto, Dan Den, Los Van Van, La Charanga Habanera.

En aquella visita de NG a Santiago yo atendía la prensa de la banda, todos visitamos el complejo turístico de la playa Daiquirí, en el Parque Baconao, a unos más de veinte kilómetros de Santiago. Allí se encontraba tocando Compay Segundo que en ese tiempo de 1991, todavía no era el más famoso y más viejo trovador del mundo, en el fenómeno del Buena Vista Social Club, de la explosión de la trova y el son mundial. Los integrantes de NG ofrecieron a Compay una buena propina, habían acabado de llegar de una visita por Brasil.

El primer concierto de NG fue en Alto Songo, La Maya, un municipio perteneciente a Santiago de Cuba. Luego se ofrecieron dos presentaciones en el cabaret Son América y sábado y domingo en el Anfiteatro Mariana Grajales, con capacidad para unos diez mil asistentes. Finalmente ofrecieron el concierto final en La Trocha y Carretera del Morro, que le llaman el Termómetro de la música sonera y salsera de Santiago de Cuba. Consiste en una avenida gigantesca donde caben miles y miles de asistentes, en una atmósfera que nos recuerda el África ardiente, zona caliente y telúrica donde tocar no es tarea fácil. Recuerdo que José Luis Cortés tuvo que poner fin al conciertazo bailable porque los tumultos fueron apoteósicos. (Ver la crónica publicada el 4 de septiembre de 1990 en el periódico Sierra Maestra)

Todo el mundo en Santiago de Cuba sentía enorme expectativa por ver la nueva música inventada por José Luis Cortés con una banda de Todos Estrellas, especie de All Stars. Era una nueva música de fin de siglo, fruto de la culminación de un desarrollo musical de alta escuela creadas en Cuba desde 1959, incluyendo la fuerza de la tradición oral de la percusión cubana heredada de las rumbas y congas de carnavales.

El piquete de NG era el siguiente: José Luis Cortés, director, flauta y voz de coro. Cantantes Isaac Delgado y Tony Calá. Tumbadora el Wikly. Bajo, Feliciano Arango. Piano: Rodolfo Argudín Justiz “Peruchín”, sobrino de Peruchín del rey del piano con “moña” asimétrico, a contratiempo. Tumbadora: Víctor Valdés. Bongó: Pablo Cortés (hermano de José Luis). Teclado: Miguel Ángel de Armas Laferté (Pan con salsa). Batería: Giraldo Piloto. Las trompetas, Elpidio Chapottín, José Miguel Crego, el Greco. Saxofones, Carlos Averhoff y Germán Felipe Velazco.

Después de estas presentaciones en Santiago de Cuba, NG se trasladó al Festival de Son de Mayarí, perteneciente a la provincia de Holguín, a unos 200 kilómetros de Santiago. La tropa se hospedó en Mayarí Arriba, unas lomas altas, parecidas a la zona de Xalapa en México. Un área turística bien fría, donde se comió el pollo frito más sabroso de la vida. José Luis Cortés indicó a sus músicos que comieran con carta abierta, que se avecinaban tiempos difíciles.

Al regreso hacia La Habana, NG se preparaba para el gran Boom que se desarrollaba en La Habana con las nuevas bandas, los programas de radio dedicados a la salsa, como La Supercadena Latina Radio, concebida y dirigida por el astro Federico Wilkins que ahora es uno de los apoderados de Televisa. La Televisión en La Habana ya había creado el espacio Mi Salsa en TV, creado por Víctor Torres, un programa que atesora el tesoro salsero del Boom y que espera por su difusión comercial internacional.

A la llegada a La Habana, Isaac Delgado causa baja de NG La Banda, quería hacer su propia orquesta con la dirección musical de Giraldo Piloto, baterista del propio NG, ambos se llevaron la patente, el secreto, el truco de NG (no había otro en el mundo). Isaac es el primer líder vocal de la salsa cubana, le siguió Paulo FG y Manolín. Esos fueron los tres grandes de la salsa cubana, los ídolos de multitudes, los demás fueron seguidores. Voces excelentes, pero seguidores. Hay que hablar de Valentín Larrondo de la Revé, Moisés Valle Yumurí, Carlos Manuel, El Indio de la Revé, Aramís Galindo de Adalberto y su Son.

La historia del Boom de la salsa fue maravillosa, es ahora cuando muchos musicólogos, críticos y especialistas vienen a reconocer, en acción retardada, los aportes de una verdadera y auténtica revolución musical que no se veía en Cuba desde los tiempos del mambo y el cha cha cha (1940/1950).

La salsa o la timba cubana, ahora, con las posibilidades de viajar nuevamente por USA, están volviendo a renacer en un nuevo aire de una música eterna, por su rítmica bailable y su sabor tropical estupendo.