Pupy, el hijo de Nené, presentó su disco “Siempre Pupy”, para celebrar los 50 años de vida artística. La presentación del disco CD-DVD, le pertenece a la firma Bis Music.
César es admirado por Chucho Valdés, Frank Fernández y es un modelo para los pianistas de hoy como Juan Carlos Alfonso (Dan Den), Emilio Morales (Paulo FG), Iván Melón (Isaac), Tony Pérez (Irakere), Juan Carlos González (Charanga Habanera). Para hacer un recuento de todos estos años de trabajo converso con César Pedroso “Pupy”, un músico muy amistoso, con muchas vivencias en todos estos años de son, de salsa y de timba cubana.
Pupy, cómo recibes estos 50 años de trabajo artístico?
Ya había hecho una Gira Nacional por Cuba, ahora presento este disco “Siempre Pupy” que va unido a un DVD con el realizador Alexis Oliva, para la Empresa Musical Clave.
Hábleme del disco Siempre Pupy?
Es un CD con doce grabaciones variadas, como un recuento de canciones de ayer y de hoy. Rescato una composición de Juan Formell de 1981-1982, que se llama “Oh no”, le hice una nueva versión a la obra de Tony Taño “La batea”, que fue un éxito de Los Hermanos Bravos de la década de 1970. Hay dos creaciones de Gustavo Cabañas, del autor Rodolfo Cárdenas dos títulos: “Ayúdame Julito” y “La duda de Belén”. Del cantante Norisley Valladares “El Noro”, seleccionamos “Esta es mi música”. Retomo una de mis viejas canciones dentro de Los Van Van, “Ni bombones ni caramelo”, incluí de mi cosecha: “Pirolo”, “Parece mentira”, “No te dejé por mala” y uno de los mejores éxitos de la orquesta “Un loco con una moto”.
Cómo se conforma el sello de la música de Pupy en la orquesta “Los que son son”?
Busco un sello en los tumbaos del piano, en los montunos, en la manera de orquestar. Yo vengo de una tradición de músicos y orquestadores que se las arreglaban para dar a las agrupaciones un sello de distinción. O sea, esto viene de muy atrás, de los conocimientos que fui adquiriendo por la vía de mi padre, un pianista de la orquesta sensación, de Chapottín y sus Estrellas. También nos alimentamos los pianistas cubanos de la tradición de Jesús López de la orquesta de Arcaño, Lilí Martínez del conjunto de Arsenio Rodríguez y Chapottín, Rubén González de Arsenio, Jorrín y el Buena Vista Social Club, Pepito Palma de la Aragón, Peruchín de la Riverside, Lino Frías de La Sonora Matancera.
Vamos a hacer un aparte con tu padre Nené?
Papá era muy admirado por pianistas y orquestadores como Joseíto González director del conjunto Rumbavana. A su vez mi padre fue un alumno del Niño Rivera, el arreglista de conjuntos como el de Roberto Faz. Mi padre, además de tocar con la sensación y Chapottín, llegó a trabajar con la Banda Gigante de Benny Moré y la Aragón. Lamento que a mi padre lo hayan olvidado muchos estudiosos de la música, la memoria no se puede perder, es la historia.
De la pianística actual que me puedes decir?
Cuba cuenta con buenos pianistas populares: Pachy Naranjo, Miguel Ángel de Armas “Pan con salsa”, Peruchín (nieto), Miguelito Núñez, Leonel Morales.
Y de los pianistas foráneos?
Admiro a Papo Lucca, es uno de los reyes de la salsa, Danilo Pérez, Sergio George y Oscar Hernández.
Dime por qué agrupaciones pasaste antes de llegar a Los Van Van?
Comencé estudiando en el conservatorio Amadeo Roldán, mientras tanto toqué en la orquesta Maravilla, la orquesta Fascinación, Jóvenes del Feeling, hasta que llegué a la Revé.
Cómo te capta Revé?
Un buen día de 1967, yo estaba en Radio Marianao, y allí se aparece una autoridad y me introduce detenido en un automóvil. Dentro del auto se encontraba Revé quien me dice que le interesaba que yo tocara con su orquesta. Cosas de Revé. Después llega a la orquesta Juan Formell el mago de la charanga moderna. Se comenzó en la Revé un experimento loco: Formell funde el changüí con el yeyé y el shake: Compone aquello que dice: “Te la comiste Revé, con eso del Changüí-Shake”. Fue una explosión, en un momento en que dominaba la escena el Mozambique de Pello el Afrokán, el pa´cá de Juanito Márquez.
Hasta cuándo estuvieron con la Revé?
Hasta 1969, el anuncio lo hizo Formell en el hotel Habana Libre, después de un show que creo que se llamaba “La flaca”. Aquello fue muy traumático, fue como una hecatombe musical de fin de la década de 1960.
Qué aprendieron de Revé?
Revé sabía los condimentos que debía llevar la música bailable, era muy cuidadoso de la clave para que se bailara sin problemas. Todo estaba conformado sobre la base de su toque de paila muy peculiar, ese era su sello. Tenía agarre para conseguir trabajo, se movía mucho. Supo aglutinar a muchos de los mejores prospectos de su tiempo: Chucho Valdés, Germán Velazco, Manolito Coipel, Vicente Rojas, Juan Formell, el Yulo, el Lele y después en 1984 a Juan Carlos Alfonso con quien volvió a conformar otra explosión, la explosión del charangón.
Cómo fueron aquellos primeros tiempos con Los Van Van?
Fueron días de cierta inseguridad, pero de muchas ilusiones, la esperanza que siempre lleva todo joven. Formell y yo fuimos como Richard Egües y Rafael Lay, como Machito y Mario Bauzá, como Fabré y Pachy Naranjo: un matrimonio musical.
Te fue fácil entender la mecánica musical de Formell?
Al inicio Formell se apareció con una fórmula muy complicada, cambios del “tiempo fuerte”, una “fusión” rara. En aquellos días de 1969 pensé abandonar el proyecto, se lo hice saber a Formell. Me dijo: “No me puedes dejar plantado en estos momentos tan difíciles”. Total que me convenció y nos mantuvimos en la lucha por la música bailable durante más de tres décadas, no es fácil. Hubo que luchar mucho, en tiempos difíciles: problemas con los instrumentos, el audio, el transporte. Dormíamos en albergues, nos rompíamos los huesos en los ómnibus, íbamos a los cañaverales. Compuse muchas de mis mejores composiciones: Seis semanas, Será que se acabó, El buena gente, Esto está bueno, La fruta, Disco Azúcar, Ni bombones ni caramelos, Temba, tumba, timba, El negro no tiene ná, Qué cosas tiene la vida. Grabé, en 1999, el disco Llegó Van Van, Grammy 2000. Empecé el siglo con mi propia orquesta, pero salir de Los Van Van fue como abandonar una vida musical. Van Van va conmigo.
Qué música te gustaba en aquellos tiempos?
Había donde escoger: Del exterior, Los Beatles, de Cuba estaban de moda los cuartetos Los Zafiros y Los meme, brillaban muchas orquestas y conjuntos, pero mi preferida era la Aragón, era la orquesta de nuestra juventud. Escuchar a Pepe Olmo era un acontecimiento musical y social. Los boleristas brillaban: Vicentico Valdés, Lino Borges, Ñico Membiela, Orlando Contreras, Blanca Rosa Gil, Kino Morán, Orestes Macías.
Te llamaba mucho la atención los orquestadores?
Ellos son parte de la vida de las orquestas: Recuerdo a Severino Ramos “Refresquito” de La Sonora Matancera, Richard Egües y Rafael Lay de la Aragón, Musiquita y Jorrín en la América, Juanito Márquez el del Pa´cá, Peruchín con Benny Moré y la Riverside, Joseíto González de Rumbavana.
Desde la época de la década de 1950, desde que estuviste con Revé y Formell, siempre defendiste el son?
El son es la base de la música bailable cubana, ahí está la clave, los tumbaos y montunos maravillosos de Cuba. El son es lo más sublime. La salsa y la timba es el son con la guaracha, el mambo y la rumba, pero el son es la base.
Quiénes son los actuales cantantes de tu orquesta?
Los primeros fueron: Tirso Duarte, Mandy y Pepito Gómez. Ahora El Noro, Dayán y Joan. Mandy ahora se integra a Los Van Van por Mayito.
Cómo han sido estos diez años con tu orquesta “Los que son son”?
La orquesta se inaugura el 4 de octubre del 2001 en el pueblo de Güines Empleé otro formato distinto a Los Van Van. Hemos colocado la banda entre las más reclamadas nacionalmente, en el exterior tocamos en EE.UU., especialmente en el parque Central de Nueva York. En Europa tenemos giras de verano y de invierno. Tengo varios discos de mi obra: Fruta prohibida, Lo mejor de César Pedroso, De la timba a Pogolotti y con mi orquesta el primero fue Los que son son (2000). Muchos hits se han mantenido en la radio cubana, El gato amaga y no araña, El pregonero, La voluminosa, Mamita pórtate bien, Te molesta que sea feliz, Vamos a gozar hasta afuera, uno de los más sonados: Un loco con una moto que coreaban la gente por las calles. Y nunca te olvides de aquel corito: “Donde Pupy va a tocar”.