Roilé Rodríguez es la voz de la salsa en Cuba, como lo fue Danilo Phidias Escalona en Venezuela. El animador cubano celebra por estos días su aniversario 15 de su gran momento musical en el despegue del Boom de la salsa.
Roilé es exactamente de Guantánamo, una voz muy influida por el sonido caribeño, su estilo es primitivo, natural, sin afectaciones. Se desenvuelve con una velocidad asombrosa, sin una pifia, sin titubeos, con una dinámica asombrosa.
“Comencé en la radio de Guantánamo, en un movimiento de locutores aficionados, su primera oportunidad fue en un programa llamado Hacia el porvenir, de la CMKC, Radio Trinchera. Desde entonces ya integrada el cuadro dramático de la emisora. Pero lo mío era lo musical espectacular y en ello me ayudó mucho mi profesor de locución Pedro Pérez Olivares, presidente de la Comisión de evaluación. Él me impulsó a crear mi propio estilo, sin romper con las reglas de animación. Además, como fanático de los ritmos latinos me pasaba las noches sin dormir escuchando los animadores y emisoras caribeñas, ellos anunciaban a los artistas de su país con alegría y orgullo. De esa manera conformaba mi concepto y mi estilo de animación”.
Roilé decide trasladarse hasta La Habana a jugársela al todo por el todo, en la capital. En 1989 estaban organizando en la emisora Radio Rebelde un espacio musical caribeño, a cargo de la venezolana Lil Rodríguez, en la radio aparecía una convocatoria en busca de un animador que sirviera de compañía a Lil Rodríguez en las madrugadas frías, a partir de las 12 de la noche, el musical se llamaría Club Caribe. Eran los tiempos en que se gestaba el gran Boom de la salsa cubana, con la gira por los barrios de La Habana con NG La Banda, de José Luis Cortés. “Grabaron a decena y decena de voces de todas las emisoras y solamente le interesó mi timbre que tiene el sabor del caribe. Lil escuchó la grabación y dijo: -Este es el tipo. Allí me di cuenta que la radio necesitaba un nuevo ritmo en la animación, más vivo, dinámico y entusiasta, para estar al ritmo de los tiempos.”
En este programa de Club Caribe Roilé no tuvo toda la oportunidad que se merecía, la figura protagonista era la venezolana, pero el gran momento de Roilé se acercaba, el Boom de la salsa ya era una realidad, nada hay más importante que una idea que le llega su momento. En 1990 se celebra el Festival Mi salsa Opina (de la revista del mismo nombre, ideado por Arístides, Armando y Balari). Por esos días aparece lo que tenía que aparecer, un programa de TV, dedicado al Boom de la música bailable: Mi salsa, dirigido por Víctor Torres.
Por la emisora Radio Metropolitana, un director de programas de radio, Federico Wilkins, cubano-mexicano (que ahora es productor de Televisa en la ciudad azteca), crea el programa Radio, la Super cadena Latina Wilkins, un productor de mucho olfato, estudioso de los medios, con esa garra del scout, selecciona al escopetero Roilé Rodríguez. El espacio comienza con la música más avanzada de la salsa latina que estaba muy de moda internacionalmente. Poco a poco Wilkins se va insertando en la música de su país y especialmente en la salsa cubana, la salsa dura, la salsa negra, la de verdad.
Roilé comienza a sentirse como el pescado en su salsa, la popularidad estalla en la gran ciudad. El programa Radio, la Super Cadena Latina comenzaba a las 8 de la noche hasta las 12. Cuando aquello Radio Metropolitana se encontraba en la calle 26 en Nuevo Vedado. Wilkins aparecía con sus alforjas llenas de la más caliente música.
De 8 a 9 comenzaba con El imperio de la salsa, de 9 a 10 Guateque cubanísimo de 10 a 12 el programa entraba en el Bar de la medianoche, aprovechando todas las posibilidades de la ficción. Transformaban la emisora, Radio Metropolitana en un bar con todas las de la ley, efectos de sonidos incluido: copas, tragos, humo y espuma con boleros espumosos, cantineros, victroleros. La ficción llegó a tal extremo que muchos oyentes se aparecían con su pareja, de traje y todo, hasta Radio Metropolitana con el objetivo de participar en el Bar de la medianoche. La radio iniciaba una verdadera revolución, un despegue de popularidad.
Después pasaron aguas bajo los puentes, Federico Wilkins va a Radio Ciudad de La Habana, comienza a dirigir un viejo programa llamado Actividad Laboral, creado por Evelio Torres Amador. Federico le hace algunas remodelaciones, y después decide marchar al DF de México a trabajar en la esfera de la TV; pero deja el terreno listo para en 1998, Rolié Rodríguez y Marcos Castillo (El Monje) -que no tiene nada de monje-, organizaron en Radio Ciudad de La Habana, a un costado del Pabellón Cuba, el programa Disco Fiesta 98, en el horario de 11de la mañana hasta la 1 PM. en el mismo horario en que se radiaba La hora de la salsa, en Caracas, con Danilo Phidias Escalona. La producción laboral subía en la hora en que los trabajadores, agotados, bajan la curva de atención. Hay que destacar el apoyo de Lenza Record en Disco Fiesta y Radio, la Super Cadena Latina.
El micrófono de Disco Fiesta se abría a los oyentes, ahí es donde Roilé se destaca con mucha diligencia, con un lenguaje con el polvo de la calle y los talleres. No faltaron los celosos detrás de las columnas. Por Disco Fiesta comenzaron a pasar los grandes todos de la salsa, la gente del Palacio de la salsa, con el inconmensurable Chicho (Juan Carlos Alonso), La Tropical, el imperio de la salsa, se encontraba en su mejor momento con el viejo Duvalón en la vanguardia; eran los días de gloria de la música bailable cubana. Periodistas, fotógrafos, cineastas, documentalistas, investigadores, turistas, cronistas, todo el mundo venían de los lugares más apartados del planeta (Japón y el Oriente), para conocer del fenómeno de la salsa cubana y el gran Boom. De repente aparecen nuevos espacios de salsa: El Gran Musical (Rafael Lam), con remotos desde La Tropical. En Radio Taíno, Ramón Cañizares crea El cóctel y después De 5 a 7 y Aché, en Radio Ciudad de La Habana sale al aire Rapsodia Latina.
Ahora Disco Fiesta 98 se acerca a su décimo aniversario, ahora con la conducción de Lázaro Sarmiento, el sonido de Alfredito Torga, llamadas, Albita Jardón –la que bien se mantiene-, Braulio Cancio, Alex Wilson y Rolié Rodríguez en los planos estelares. “La salsa no muere -dice Roilé-, por eso sigo en el tren de la música cubana”.