Septeto Nacional celebrando sus 80 años

El Septeto Nacional Ignacio Piñeiro estará de fiesta durante todo este año en que celebran su aniversario 80, después de una trayectoria de triunfo nacional e internacional.

La música de Piñeiro, junto a la de Matamoros se encuentra entre lo más difundido de la música cubana bailable, soneada. Se trata de una agrupación escuela que hizo bailar a legiones de amantes del son sabroso. Piñeiro sazonó el ajiaco de la salsa cubana y latina con su canción Èchale salsita.

Una amplia programación en el año 2007 se va a efectuar por el Septeto Nacional Ignacio Piñeiro, según leemos en el periódico Granma, en un reportaje del periodista Omar Vázquez. La EGREM produjo un nuevo disco. Noche de conga, la revista Tropicana Internacional, bajo la dirección de Néstor Milí acaba de presentar su última entrega dedicada a Ignacio Piñeiro. Según palabras del director del Septeto Nacional, Frank Oropesa, una serie de actuaciones en Cuba y el exterior les espera al legendario septeto sonero. En febrero tienen programado viajar a Colombia, España y Venezuela, donde participarán en el Teatro Municipal de Caracas, en el espectáculo de carnaval, que siempre estuvo apoyado por importantes agrupaciones musicales cubanas.

Septeto Nacional deriva del Sexteto Occidente, organizado por el dúo de Miguelito García y María Teresa Vera. La formación fue pedida por la gerencia de discos Columbia a la cual pertenecía MTV. “Ignacio Piñeiro, según cuenta Eduardo Hernández (Nandín), al investigador Jorge Calderón-, quería muchísimo a María Teresa Vera.; siempre estuvo enamorado de ella. No sé si sería un amor platónico, un cariño de hermano o de artista. Ella enseñó a Ignacio a tocar el contrabajo, para que fuera tocando en el Sexteto Occidente, porque tenía muchos deseos de ir en un viaje que se efectuaría a New York”.

En octubre de 1926, antes del ciclón, viajan en un barco de pasajeros llamado Havana Red, grabaron y tocaron en el mítico teatro Apolo a teatro lleno. Al regreso tocaron en una academia de baile, posteriormente, por razones religiosas, María Teresa abandonó su actividad musical y le entregaron el sexteto a Piñeiro, quien, a partir de ese momento, lo denominó Septeto Nacional y más adelante le llamarían Septeto Nacional Ignacio Piñeiro.

El Septeto Nacional echa a andar entre el mes de octubre y diciembre, la organización, según investigador Jesús Blanco, fue en Pocito 56 –altos- en Pueblo Nuevo con los siguientes integrantes: Ignacio Piñeiro (contrabajo y dtor), Bienvenido León (voz segunda), Juan de la Cruz Hermida (tercera voz y manager), Alberto Villalón (guitarra), Francisco M. Carriera Incharte –el Chino- (bongoes), Francisco González, en realidad llamado Francisco Solares González -Panchito Chevrolet- (tres).

En 1927 el Septeto Nacional debía grabar en New York y es entonces cuando se integra el cantante Abelardo Barroso –sustituyendo a Juan de la Cruz- y Lázaro Herrera en la trompeta, convirtiéndose en septeto. El primer septeto fue el Habanero con la trompeta de Enrique Hernández quien grabó muchos discos.

En 1929 el Septeto proyecta nuevos cambios, se presenta un decisivo viaje a España a la Exposición Iberoamericana de Sevilla, donde Ignacio Piñeiro inspira el famoso son Suavecito. En este viaje se integra Cheo Martínez por Barroso y Agustín Gutiérrez sustituye al Chino Incharte en los bongoes. El guitarrista Eutimio Constantín reemplaza a Alberto Villalón. En la delegación se incluyó a Juan de la Cruz para hacer dúo con Bienvenido León y el acompañamiento de Eutimio en la guitarra. Durante la travesía en barco, el 2 de julio de 1929 fallece Cheo Martínez –lo lanzan al mar-, pero con el refuerzo del tresero Panchito Chevrolet y la voz de Juan Cruz, se resuelve el problema. En España se les une la bailarina Urbana Troche que aporta una dimensión bailable desconocida en estos países, así logran un éxito total llegando a presentarse, en el Palacio ante el Rey de España. En la Exposición Iberoamericana de Sevilla se alzan con la Medalla de Oro, que celebran a toda gala en el hotel. Uno de los huéspedes, un sacerdote se puso furioso, pero el frenesí de la música pudo calmar al sacerdote para que brindara por el éxito y bailara hasta la madrugada. Lázaro Herrera recordaba que en esa gira hasta los reyes se movieron al son de la música. En aquellos tiempos los españoles no tenían ideas de que existiera una música tan caliente. La empresa de grabaciones Sedeca (Madrid) le firman un contrato de exclusividad al septeto y le organiza una gira por la península ibérica.

En 1930 se presentan en La Habana en el cabaret Sans Soucí con la pareja de Margot y Elpidio. 1931 Alfredito Valdés sustituye a Juan de la Cruz. En 1933 viajan a la feria Internacional de Chicago, allí filman un corto musical titulado El Frutero. Entre 1935 y 1937 el Septeto se disuelve. En 1937 Bienvenido Granda (voz prima) entra y comparte con Marcelino Guerra (voz segunda). Se presentan en el cabaret La Campana con la pareja de Alfredo y Aida. En 1938 se difunden en Radio Cine de la calle Galiano. En 1940 Alfredito (voz prima) viene de vuelta con Bienvenido León (voz segunda). En esta misma fecha graban sones con Miguelito Valdés y se presentan en CMQ y COCO (Datos de Cristóbal Díaz Ayala)

“Yo escuché los discos grabados por el Septeto Nacional –aclara Miguel Matamoros a Alberto Muguercia-, no sonaba mal, ese grupo tuvo mucha aceptación porque tocaban bien, y llevaban un repertorio con muchos números de Ignacio Piñeiro que tenía muy buenos sones. El Nacional lo formó en La Habana la casa de discos Columbia. Ellos tenían competencia con la Víctor”.

Según publica Adriana Orejuela, Carlos Embale consideraba al Septeto Nacional distinto a todos. “El Habanero tocaba muy despacio –puntualiza Embale-, un son más atrás. El Nacional salió con un son más adelante, más vivo, con su toque de rumba, que la llevaba dentro Piñeiro”.

Hay una etapa de Ignacio Piñeiro en que abandona la música porque fue llamado a un trabajo especial, le asignaron poner mármoles en el Capitolio habanero. El Septeto se disuelve alrededor de 1937 y es en 1954 cuando el musicólogo Odilio Urfé organiza de nuevo el Septeto y se presentan en el programa de TV Música de ayer y de hoy. Después de muchos años de receso Ignacio Piñeiro se une con Rafael Ortiz, Lázaro Herrera, Agustín Gutiérrez, Bienvenido León, Alfredito Valdés y Carlos Embale, la gente de la vieja guardia.

En 1959 Odilio Urfé comienza a hacer un amplio trabajo de divulgación y asesoría del Septeto Nacional, en el Centro de Investigaciones Folklóricas. En 1962, con la pareja de baile de Aida y Silvio, participan en el Primer Festival de Música Popular de Cuba, por el CNC. En 1964 el Septeto queda para la historia plasmada en la película documental Nosotros la música de Rogelio París. En 1969 fallece IP, lo sustituye Rafael Ortiz. Carlos Embale (la voz de piedra), abandona el Septeto y se integra nuevamente en 1975. Embale llegó a trabajar con el Chori, en el cabaret La Carioca, en la academia Pompilio de la Playa de Marianao. Cantó con la Melodía del 40, Los Dandy del 40 y el conjunto Baconao de Matamoros. También fundó el conjunto de Guaguancó Carlos Embale.

Rafael Ortiz en la revista R/C, mayo de 1982, esclarece que “yo recogí las tres voces más potentes que ha habido en el son: Calos Embale, Joseíto Núñez y Bienvenido León (voz segunda). Ese viejo cuando le metía con pasión a la segunda voz, hasta los mismos cantantes de voz prima lo miraban asombrados”.

El septeto grabó para la Columbia, después cambió para Brunswick en 1930 y la Víctor en 1931. Grabaron en 1933 en Chicago y por ahí para allá produjeron muchos discos hasta los días de hoy. En 1969, después de fallecer IP, lo sustituye en la dirección, Rafael Ortiz. El Septeto Nacional sigue llevando el son por el mundo, pronto celebrarán su aniversario 80. El Poeta Nacional Nicolás Guillén confirmaba que los poetas que más hondamente lo influyeron, son los septetos Habanero y Nacional, junto a Los Matamoros.

Los integrantes actuales del septeto nacional Ignacio Piñeiro:
1-Eugenio Rodríguez (Raspa) Director y voz principal
2- Raúl Acea (bajo)
3- Enrique Collazo (tres)
4-Dagoberto Saceiro (guitarra y voz)
5- Agustín Someillán (trompeta)
6-Crispín Hernández (voz y maracas)
7-Francisco Oropesa (Matador) bongosero y Administrador.